Estas dos partes marcan el final de este relato.
En la mesa del reconocimiento surge el momento más importante de todas las partes: Cuando los dos discípulos reconocen a Jesús resucitado.
Es precisamente en ese momento cuando los dos discípulos descubren que el compañero de camino es Jesús, el crucificado, que ahora está ante ellos en una vida radicalmente nueva.
Este acontecimiento es a revelación última de Dios. El Dios que creó las cosas de la nada y marcó el designio de su voluntad en la creación entera, e Dios de Abrahám, de Moisés de los profetas se ha mostrando en Jesús como Dios de los vivos y no de muertos.
Seguramente, el hecho de tomar el pan, bendecirlo, partirlo y repartírselo les evocó la Última Cena, donde Jesús instituyó la Eucaristía.
Para los cristianos, la Eucaristía es:
- El lugar preeminente del encuentro con Jesús resucitado. En ella Jesús ofrece de nuevo su cuerpo y sangre como salvación de la humanidad y se hace presente en el pan y el vino de la Eucaristía.
- Alimento y sustento es pan de vida y bebida de salvación
- Ayuda en su vida es un elemento primordial para edificar la comunidad cristiana: para compartir, para vivir en fraternidad, para servir a los demás.
- Esperanza compartida confirma que la promesa de Dios se cumplirá.
El cambio de la ruta.
Los discípulos vuelven a Jerusalén y le cuentan a los Once y a todos aquellos con los que están ahí lo que acababa de suceder. Jesús se les aparece y les dice que todo tenía que suceder como sucedió, para cumplir lo que estaba escrito en la Ley de Moisés, en Los Profetas y en Los Salmos.
Otro dato importante de la experiencia de los primeros cristianos es que reconocen a Jesús resucitado como Mesías-Cristo, Señor e Hijo de Dios.
- Es el Mesías-Cristo pues se refiere a aquellos que han recibido la unción: El rey, sacerdotes y los profetas. En la historia de Israel surge la esperanza de que Dios enviaría al Mesías, al Ungido por Dios, para establecer su reino y salvar a la humanidad.
- Es el Señor pues es e nombre más habitual que utilizaban los judíos para dirigirse a Dios, es una expresión de respeto, pero también de su humanidad.
- Es el Hijo de Dios pues es una manera de indicar una relación única eterna de Jesús que lo une con Dios, su Padre.
Aquí ya tenemos a los discípulos convertidos en testigos. Pero el hecho de ser testigo comporta también una misión: Proclamar a todo el mundo la Buena Noticia del Evangelio, es decir, a Jesús el Hijo de Dios hecho hombre, y su mensaje.
Se define al Reino de Dios como el centro de la predicación de Jesús. Un Reino que está aquí pero no ha alcanzado plenitud. El Reino de Dios es Dios mismo presente en nosotros.
Mentefacto de La mesa del reconocimiento
Mentefacto de El cambio de la ruta